La artrosis es una afección crónica degenerativa que afecta a las articulaciones de las patas delanteras o traseras y a las de la columna vertebral. Según la gravedad del mal, se podrá constatar reducción de la movilidad, anquilosis y hasta bloqueo completo.
La artrosis se llama científicamente osteoartritis crónica o artropatía. Se caracteriza por la degeneración del cartílago articular con una proliferación ósea en el borde de las superficies articulares. Estas excrecencias óseas se llaman «osteofitos». A la altura de la columna vertebral se habla más comúnmente de picos de loro debido a su aspecto radiológico, muy parecido al pico de los psitácidos (familia de la que forman parte los loros).
Causas de la artrosis en los perros
La causa real de la artrosis se desconoce, aunque la afección se deba al envejecimiento normal de la articulación y a los traumatismos inhabituales soportados por el cartílago articular.
La artrosis puede ser primaria o secundaria. La primaria se caracteriza por la ausencia de un factor desencadenante inicial, mientras que la segunda es consecutiva a un episodio agudo de artritis (véase el recuadro). La intervención de la edad parece evidente en el primer caso pues esta forma de artrosis se encuentra muy raramente en los ejemplares jóvenes.
La artrosis también puede aparecer cuando existen malformaciones articulares: así, la evolución de la displasia coxo-femoral conduce ineluctablemente a la formación de osteolitos bien visibles radiológicamente.
Síntomas de la artrosis en los perros
El síntoma más evidente de la artrosis es la cojera que se manifiesta sobre todo en frío cuando el perro se acaba de levantar por ejemplo, y disminuye a medida que el ejercicio calienta la articulación. La artropatía, en efecto, provoca dificultades para molerse y produce un dolor que puede ser más o menos intenso; el examen de la articulación en sus posiciones extremas hará que el animal se queje.
Si el animal es obeso —caso frecuente en el ani¬mal artrósico— la degeneración de la articulación (que soporta un peso excesivo) se efectúa más rápidamente y las manifestaciones clínicas son más precoces: crujidos cuando se mueve la articulación, hi-pertrofia de ésta, musculatura a menudo atrofiada debido a la disminución de la actividad física.
Salvo que la artrosis sea consecuencia de un trau¬matismo localizado, se observa sobre todo en su forma poli articular. Incluso cuando se lleva el animal a la consulta a causa de una molestia en la pata el examen descubre muchas veces la existencia de lesiones en otras articulaciones.
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