Torsión y dilatación del estomago en el perro

La torsión-dilatación del estómago es un accidente que afecto sobre todo a los perros de tamaño grande. Se manifiesta bruscamente y es muy importante reconocer los síntomas pues la reacción del dueño ha de ser inmediata para evitar lo muerte del perro. Esto afección suele atacar preferentemente a animales golosos que comen demasiado deprisa. El ataque se suele producir después de la comida, sobre todo cuando a esto le sigue un ejercicio físico intenso. El perro sufre de pronto malestar general; el vientre se le hincha mucho, la respiración se hoce jadeante, las potos se separan y el animal intenta vomitar sin conseguirlo.


Ante tal cuadro clínico, hay que avisar inmediatamente al veterinario y llevarle urgentemente el perro a la consulta pues cada minuto es vital. Esta afección, lamentablemente clásica, consiste en uno dilatación excesiva y anormal del estómago, a la que sigue uno rotación según un eje acompañado de un vuelco según otro eje. Todo lo cual provoca una torsión del pedículo que irriga el bazo, el cual sufre uno dilatación por congestión.


También se producen importantes trastornos circulatorios, hemodinámicas y o menudo cardíacos.


Cuidados para la torsión y dilatación del estomago en el perro


La torsión impide que el contenido del estómago se elimine por delante (el perro no puede vomitar] ni por detrás. La reabsorción de los gases de fermentación lleva a la autointoxicación y el perro muere fatalmente si no se produce uno rápida intervención médica y quirúrgica que detenga y resuelva ese estado de shock.


Para evitar tener que hacer frente a un ataque de esta gravedad, conviene aplicor algunas medidas preventivas. Consiste, en primer lugar, en luchar contra lo glotonería del animal. Y paro ello hoy que darle dos comidas diarias en vez de uno sola, y así el animal dejará de arrojarse sobre lo comida. Otro bueno solución es la distribución de la comida en self-service si el alimento utilizado se presta a ello. Además, hay que evitar los ejercicios violentos después de los comidas. Por último, se han de vigilar los perros que tengan nefritis o gastritis crónicas.

Estos perros tienen tendencia o ingerir grandes cantidades de aguo lo que contribuye a lo progresiva dilatación del estómago, un factor que predispone a la torsión.

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