Impuberismo:
Una perra puede no haber tenido nunca ciclo sexual. En ese caso se habla de impuberismo. Esta anomalía puede tener una causa «central» (insuficiencias hipofisaria, tiroidea o hipotálamo-hipofisaria) o «gonádica» (afectando a los ovarios).
En caso de insuficiencia hipofisaria, se notarán síntomas más evidentes como enanismo armonioso, delgadez y trastornos cutáneos, mientras que la insuficiencia tiroidea va acompañada de enanismo cinámico.
En ambos casos, los órganos sexuales no se han desarrollado. Una simple perturbación del eje hipotálamo-hipofisario no es identificable clínicamente; para ser diagnosticado, se necesitan «test de estimulación» que imiten la acción de las hormonas naturalmente enjuago.
El impuberismo se explica también por un mal desarrollo del ovario (digénesis, hipoplasia o aplasia). Para confirmar el diagnóstico hay que prever muy a menudo una abertura quirúrgica del abdomen llamada «laparotomía exploradora», que actualmente se sustituye por una endoscopia.
Como en la Hiposexualidad en las perras
Hiposexualidad secundaria:
Cuando la perra ya ha tenido ciclos normales y éstos se hacen cada vez más atenuados con un celo reducido y hasta ausente, se trata de un hipo sexualidad secundaria.
La obesidad es sin duda luyo de los síntomas clínicos que más a menudo se asocian con la hipo sexualidad. Igualmente, la hembra en estado pletórico suele ser infértil.
En realidad, la gordura es la manifestación de diversas causas de la hipo sexualidad de origen central.
Es el caso de las insuficiencias hipofisaria o tiroidea, es el caso también del «síndrome de casting» (insuficiencia suprarrenal). Todas estas afecciones van acompañadas de manifestaciones clínicas variadas y a menudo difíciles de atribuir a una patología precisa. El facultativo tendrá que recurrir a exámenes complementarios (dosificaciones hormonales, test de ex)cloraciones funcionales...).