Cuando consultar con el veterinario

Siempre que algo raro le llame la atención de su perro, consulte con el veterinario. Aspectos relacionados con la apariencia física de su perro, pero también hágalo si percibe cambios notables en su comportamiento.

Aunque tenga un aspecto sano, al perro adulto debería revisarlo el veterinario cada seis meses aproximadamente. Si se ha acostumbrado al perro a revisiones periódicas desde cachorro, ésto no supondrá ningún trauma para él.






Cuando se deberia consultar con el veterinario


Debería apuntar los siguientes datos:


-¿Tiene en ocasiones fiebre?

-¿Ha notado algún cambio en el perro?

-¿Qué aspecto tienen sus excreciones (orina, heces, quizá vómito)?

-¿Lo ha desparasitado y vacunado hace poco?

-¿Qué enfermedades ha tenido?

-¿Cuál es la dieta de su perro?

-¿Cómo se comporta el perro?

Anemia en los perros

La anemia es un conjunto de síntomas caracterizados por la disminución del porcentaje de hemoglobina en circulaión, asociada casi siempre a un descenso del número de glóbulos rojos. Clínicamente, la anemia se manifiesta en forma de palidez de las mucosas bucales y genitales. Se distinguen varios tipos de anemias que responden a mecanismos variados y desembocan en terapéuticas y pronósticos muy diferentes.


Causas de la anemia en los perros



Así, en el perro, la anemia puede deberse a un aumento anormal de la hemolisis (destrucción de los glóbulos rojos), lo que define las anemias hemolíticas, o a una insuficiencia en la producción de hematíes por la médula espinal (encargada fisiológicamente de producir los glóbulos jóvenes).



Evidentemente, también una hemorragia puede ocasionar la pérdida masiva de glóbulos rojos.


Las anemias hemolíticas


Son las más frecuentes, debido precisamente a la gran frecuencia de algunas de sus causas, en particular la piroplasmosis, también llamada babesiosis (esta enfermedad transmitida por las garrapatas causa la destrucción de los glóbulos rojos en circulación).

Ese tipo de anemia se traduce no sólo en la palidez de las mucosas sino también en la coloración anormal de la orina; la hemoglobina, contenida en los hematíes, se elimina entonces por la orina y da la coloración «poso de café» que se observa en todas las hemolisis masivas. A veces, la anemia va acompañada de ictericia (véase la ficha ictericia) caracterizada por la coloración amarillenta de las mucosas bucales y genitales.





En el perro también se dan otras causas de hemolisis, en particular causas inmunológicas; el organismo ya no reconoce sus propios glóbulos rojos y elabora anticuerpos para destruirlos. Este tipo de anemia hemúlida puede producirse de pronto sin razón aparente, o ser la secuela, por ejemplo, de una piroplasmosis.



La hemolisis puede deberse también a la ingestión de sustancias tóxicas, en particular de ciertos herbicidas, a la absorción de bulbos, nitratos, azid de metilene... Por último, en el perro, en particular en la raza basenji, se han descrito anemias hemolíticas de origen genético y otras relacionadas con cierto déficit enzimático.



Las anemias de origen medular



Las anemias originadas por una insuficiencia de producción de glóbulos rojos por la médula responden a varios mecanismos. En condiciones fisiológicas, la producción de hematíes requiere la presencia de una hormona de origen renal, la eritropoyetina, la presencia de células matrices a partir de las que se producirán los futuros hematíes, la presencia de materiales necesarios para la fabricación y montaje de los elementos que constituyen el glóbulo rojo, en particular el núcleo y la hemoglobina.



La producción de hematíes por la médula espinal puede quedar perturbada por diversas razones: reducción de la síntesis de la eritropoyetina por el riñón, en particular en los casos de insuficiencia renal, provoca la disminución de la cantidad de células matrices; estas últimas también pueden quedar bloqueadas por células tumorales o por ima esclerosis que invada la médula; también pueden ser destruidas por agentes citotóxicos, por ejemplo antimitóticos utilizados en el tratamiento de ciertos cánceres en el perro.



Por último, los elementos indispensables para la formación del núcleo del hematíe (en participar vitamina B9, vitamina B12) o la formación de la hemoglobina (hierro) pueden faltar debidos esencialmente a la insuficiencia de aporte en razón de trastornos digestivos crónicos (diarreas crónicas de origen parasitario, tumores del tubo digestivo).



EXÁMENES PUNTUALES


Las causas de las anemias en el perro son numerosas y, antes de tratarlas específicamente, resulta importante identificar y cuantificar la ámenla para poder clasificarla en el grupo correspondiente de las anemias hemolíticas, ya sea en el de las anemias por pérdida (hemorragias) o en el de las anemias de origen medular.


A partir de la muestra de sangre conservada en un tubo que contiene anticoagulante, el veterinario realizará dos exámenes:



— un primer examen cuantitativo, realizado con un contador automático, que permitirá determinar el número de glóbulos rojos, la tasa de hemoglobina, el número de glóbulos blancos y su distribución; el cálculo de ciertos índices (véase el recuadro en la ficha «Las normas biológicas») también permite caracterizar la anemia (concentración corpuscular media en hemoglobina, tasa globular media en hemoglobina, hematocrito); asimismo, es importante conocer la tasa de reticulocitos: estas células corresponden a las formas amarillas de glóbulos rojos, y es indispensable contarlos si se quiere evaluar la capacidad de producción medular frente a una anemia;



— en un segundo paso se procede a un examen cualitativo; en un frotis de sangre extraída, el veterinario podrá buscar eventualmente la presencia de parásitos (piroplasmosis), observar la morfología de las hematíes...



Gracias a los resultados de estos análisis y al examen clínico, completado en caso necesario con otras mediciones (bilirrubina de la sangre, urea...) y exploraciones (punción de médula espinal), el facultativo podrá definir la anemia, determinar sus causas y, por consiguiente, decidir la terapéutica adecuada.



UNA TERAPÉUTICA ETIOLÓGICA


El tratamiento de la anemia es causal ante todo. Tratar una anemia hemolítica de origen piro plasmático requiere en primer lugar el tratamiento del paraplasma. El tratamiento de una anemia por pérdida requiere la búsqueda de la hemorragia; una intervención específica, quirúrgica o no, se acompañará de transfusión sanguínea en caso necesario. El tratamiento de las anemias de origen medular puede requerir igualmente una transfusión, o, simplemente, la suspensión del tratamiento antimitótico en caso de cáncer.



Excepcionalmente, puede resultar indispensable administrar hierro o vitamina B12 a los animales anémicos, pero estas prescripciones deben estar totalmente fundadas.

La zooterapia

El diccionario define la zooterapia como «la terapia para los animales, la medicina veterinaria». Pero es bajo otra acepción que el término zooterapia se conoce hoy día, acepción que le ha sido dada por el Instituto Canadiense de Zooterapia, según la cual se trata de una «terapia facilitada por el animal».



HISTORIA DE LA ZOOTERAPIA


Las primeras observaciones que demostraron la aportación de los animales en ciertas terapias para enfermedades mentales tuvieron lugar en Inglaterra en 1792. Sin embargo, las primeras publicaciones que recogen los resultados de la terapia facilitada por los animales son posteriores a 1960.





En Estados Unidos, los recientes trabajos de Levinson y Corson, psicólogos para niños y adolescentes, han demostrado la aportación de los animales en los tratamientos de trastornos psíquicos graves. Estos dos eminentes especialistas han creado la «Pet Oriented Child Psy-chotherapy» (que podría traducirse por psicoterapia infantil mediante mascotas).


Son importantes los trabajos del doctor Condoret sobre el rol de los perros y otros animales domésticos en los tratamientos de niños con retrasos en el desarrollo del lenguaje y con niños autistas.


¿QUÉ ES LA ZOOTERAPIA?

La zooterapia, en su sentido de «terapia facilitada por el animal», utiliza la relación ¿que se establece entre una persona y su animal de compañía. Los animales son utilizados como catalizadores terapéuticos, susceptibles de provocar un cambio positivo en el comportamiento emocional del paciente y por consiguiente de mejorar su calidad de vida.

Esta terapia tiene efectos tanto en el aspecto fisiológico como en el psíquico. En el plano fisiológico, Katcher y Friedman han demostrado que el hecho de acariciar a un animal de compañía reduce de forma significativa la presión arterial.

En el plano psicológico, el animal aparece como un catalizador de las relaciones sociales; favorece la comunicación, y es también un soporte afectivo, una fuente de alegría y de cariño.



INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES DE LA ZOOTERAPIA


Esta terapia no es una panacea, es necesario conocer sus limitaciones.
Está especialmente indicada en la soledad, la depresión, los problemas emocionales, el estrés, los problemas sensoriales y motrices. Cuando es necesaria una larga hospitalización, el animal puede también ayudar a soportar el cuadro del hospital.


También puede ayudar al enfermo a salir de su estado patológico: el animal ayudará desde muy pronto al médico, que encontrará en él un excelente medio para entrar en contacto con su paciente para hacerle expresar sus problemas.


Las contraindicaciones existen, aunque son raras. Conciernen a aquellos pacientes que sufren afecciones que les obligan a vivir en habitaciones estériles, a los que sufren alergias a los pelos o las plumas de animales y, finalmente, a aquéllos cuya capacidad mental no les permite encargarse de un animal.


ALGUNOS EJEMPLOS DE SU APLICACIÓN




Los medios institucionalizados (hospitales, casas de retiro, prisiones) contribuyen a la despersonalización del individuo, que progresivamente pierde su status social. Así, el enfermo, rodeado por un medio que le es hostil, reaccionará con el mutismo o, por el contrario, con la agresividad.

El animal se rinde «a toda cosa humana», afirma el doctor Méry; en efecto, permite establecer una comunicación entre el paciente y el personal del establecimiento.


En las casas de retiro, los perros mascotas, han devuelto el gusto por la vida a muchos residentes, que han descubierto la alegría de ocuparse de estos animales (lavarlos, pasearlos, etc.). Centro de interés para todos, el perro disfruta también de este privilegio.


La adopción de perros y gatos por los detenidos en las prisiones americanas ha favorecido notablemente la rehabilitación de sus dueños. El animal, en estos casos, representa una línea positiva entre el mundo carcelario y el exterior.


CUADRO DE LA RELACIÓN TERAPÉUTICA HOMBRE-ANIMAL



En lo sucesivo y en el cuadro de una zooterapia, el animal y el veterinario estarán junto a los médicos en las instituciones especializadas. El veterinario tendrá la responsabilidad no sólo de la salud del animal, sino también de su equilibrio, y participará activamente en su educación. Fijando una serie de reglas para la correcta utilización del animal, tendrá a su cargo el preservar su calidad de vida.